lunes, 30 de diciembre de 2013

Grandes Frases De Mis Pequeños Amores


Tener un hijo es una experiencia única e inigualable. 
Los bebitos son dulzura pura, los primeros pasos muy emocionantes, pero lo mejor está a partir de los 2 años, cuando hablan y comunican todo lo que pasa por su cabecita.

La mejor manera de compartir estos sentimientos es con ejemplos, con situaciones y frases dichas por mis dos amorcitos:

Alberto (con 2 y 3 años cumplidos en diciembre):
  • En el coche, después de su primer día de cole: ¿qué tal todo?,  - Bien (silencio) No he querido beber leche (silencio). Ni leche, ni zumo ni cerveza. (uf, que alivio)
  • En la parada del autobús, esperamos al lado de un señor y dice en voz alta. – “Mamá, ese señor no tiene pelo en su cabeza”, mira al señor y le dice –“Mi mamá no tiene pilila” (consolando a su primer calvo)
  • Llegamos a un parque y vamos a saludar a una amiga con un par de hijas. – “Niños ¿qué se dice?,  ingenua de mi que esperaba un saludo y me encuentro con un  - “Pancetaaa” (por favor Papá: deja de enseñar a tus nietos piropos conquenses)
  • Vamos a buscar a Nico y esperamos en la puerta de su cole rodeados de madres, mi Albertito encantado de tener tanto público no para de hablar: “… y ese árbol no le caducan las hojas, no se caen y se llama el árbol del pene” (perenne muy complicado de pronunciar)
  • Cuando éramos pequeños mi madre llamó “sopas de gatito” a la leche con galletas, cualquier cosa con tal de hacerme comer. El nombre ha llegado hasta Alberto que las ha rebautizado como “las sopas de Agapito” (mi vecino de enfrente)
  • ¿Jugamos?; - “si cuando termine de cocinar…” (silencio) me mira y pregunta ¿nos tomamos un caféssss? (vamos que le haga caso ya)
  • Último día de cole, Papá Noël ha visitado su clase: - “Mamá, no me ha traído a Pluto”, - “ya bueno, Pluto vendrá por Navidad”. (silencio) – “Mamá, Papá Nöel era un chico disfrazado”…. (Aaahhhhhhh…)
Nicolás (con 4 y 5 años):
  • Se escucha un golpe y algo que se rompe – “Mamaaa, no te preocupes sólo ha sido un cristal”.
  • “Hoy hemos jugado a Bombis”; - ¿zombis?;  – No, bombis. Son zombis con cabeza de bombas que explotan y así dan más miedo (ay, si te pillan los guionistas de The Walking Dead).
  • Me enfado: - “Nico me estás poniendo negra!” (Silencio) – Mami siempre dices eso y nunca cambias de color, sigues carne blanca.
  • Se enfada Nico: “tú nunca me dejas hacer nada, mi bola es mi bola y deja de reírte” (queriendo ir a su bola).
  • Me vuelvo a enfadar y después de regañarle me mira muy serio y me dice: “mamá, necesitas divertirte un poco” (ese fin de semana durmieron con los abuelos).
  • Agosto, cumple 5 años y grita: “Mamá me ha salido un pelo, ya soy un tío”.
  • “Estoy pintando un supermarino”; ¿un submarino? – “No, un supermarino que va super-rápido”
  • Mamá te quiero tanto que no me cabe en el cuerpo…

Lo mejor de todo es que continuará…


Feliz año nuevo

jueves, 12 de diciembre de 2013

Lunes Gris Y Dos Globos Verdes

Después de un puente maravilloso apareció un lunes gris. Un día que me aplastó con la cruda realidad e hizo que las preocupaciones escocieran. Mi madre me dice que les estoy echando muchos cojones, pero ya sé que el esfuerzo y el trabajo no son garantías para conseguir el resultado deseado. No hay alternativas, hay que seguir adelante.

Voy a buscar a Alberto al cole. Nada más verme me abraza y me dice que me ha echado de menos. Me llena de ternura y tristeza. Me lo como a besos.

En el cole de Nicolás, mientras veo como mis nenes corren y juegan  por el patio, me doy cuenta de que tengo un nudo en la boca del estómago que duele. Me cuesta sonreír y tengo frío.

En casa me pongo a ordenar todo lo que pillo por el medio para intentar olvidarme de los nervios. Mis niños me miran expectantes y precavidos, como esperando una gran tormenta.

El sábado pasado celebramos el cumple de Alberto y he dejado las guirnaldas, cartel de Feliz Cumpleaños y varios globos verdes durante unos días más.
Nicolás coge un globo verde y me mira: ¿jugamos?

Comenzamos una partida de tenis salvaje a tres bandas y con dos globos, seguimos con Kunfu Panda (nuestra versión subrealista del yudo) y terminamos con una guerra de cosquillas. Nos hartamos a reír.
El resto de nuestro días: baño, cena y cuento de la noche se suceden tranquilos y con muchos mimos. [a veces creo que son ellos los que me miman a mi]

No sé por qué los mayores dejamos de jugar.
Las preocupaciones son parte de la vida, los problemas están para resolverlos o darles carpetazo; y sin embargo nos ahogamos en ellos y permitimos que contagien todo (y a todos) lo que nos rodea.

¿Y si no hubiera jugado? Hubiera seguido tensa e inquieta. Me hubiera molestado por cualquier cosa y habríamos terminado con enfados y llantos. Ya conocéis esa sensación, esa certeza de que todo te crispa y a la vez te hace sentir culpable.

Pero no. Hoy he jugado con un globo verde y me ha cambiado el estado de ánimo en segundos. He apartado mi nube gris y he disfrutado de esos momentos que sólo se viven con los niños.
Y mañana seguiré adelante, pero con energías renovadas.

(Gracias Nicolás por invitarme a jugar)

domingo, 17 de noviembre de 2013

Excursión en la Cañada Real de Madrid

Mi animal preferido es la oveja. No sé por qué, pero en cuanto veo una me emociono. La mirada sencilla y una tranquilidad infinita. Son geniales. Y más aún cuando esa emoción la compartes con un niño.

El sábado pasado estuvimos de excursión en la Cañada Real. Si vives en Madrid esta excursión es obligatoria. No hablamos de un parque temático sino de un centro de naturaleza, acogida y recuperación de animales de la fauna ibérica. 


Este centro está en una gran finca de Peralejo, un pueblecito entre Valdemorillo y El Escorial. Ideal para una mañana del fin de semana con sol, aunque haga frío. El paseo es precioso, un par de horas de recorrido por el campo, fácil para niños y carritos. Perfecto para correr, descubrir, investigar y disfrutar con los 5 sentidos.


Puedes ver: águilas, buitres, ardillas, lobos, zorros, gamos, corzos, cabras, ovejas, gallinas, burros, jabalíes, ciervos, rapaces, linces, topillos, hurones, erizos, faisanes, patos, ranas, tortugas… etc. Casi te diría que sólo el entorno, sin animales, merece la pena para dar una vuelta por allí. Si a esto le sumas el trabajo de la Fundación de José María Blanc para proteger a estas especies, la visita se hace imprescindible.
      - Mamá, ¿por qué el buitre no se escapa si no está en una jaula?

   - Porque alguien le disparó en un ala y ya no puede sobrevivir sólo. Además aquí le miman mucho.


No hay chiringuitos con perritos calientes y cocacolas. Pero si hay merenderos muy agradables para comerte el bocata. Como ahora hace frío optamos por ir al restaurante de enfrente CasaVieja. Dejamos el coche en el parking de la Cañada (gratuito) y fuimos a cotillear. No es un lugar de menú baratísimo. Pero es mucho mejor y merece la pena. La comida estaba excelente, setas, rabo de toro, albóndigas con patatas para los nenes… buen trato y el lugar encantador.



Si te hace bueno y quieres seguir un poco más. Tienes el monasterio de El Escorial a unos 5 km. Date un paseo histórico y a merendar un rico chocolate caliente. Un plan perfecto para todas las familias.

Más información de la Cañada Real en http://www.opennature.com/



jueves, 7 de noviembre de 2013

El Gorrión Gorrón y Blancanieves Nerviosa

Hoy un pájaro me ha hecho sentir como Blancanieves. 
Es el 2º miércoles consecutivo que como en la misma terraza de Mérida. 
Y el 2º miércoles que me acompaña un gorrión muy gorrón.

Se acerca, mueve la cabeza y cuando no le hago caso me pía. En una esquina de la mesa dejo una patata frita del aperitivo. Se la lleva volando.

Ahora estoy tranquila, me siento bien. Hemos pasado una mañana de nervios, a parte del caos habitual, del tremendo madrugón y los 340 km que me separan de Madrid, hoy nos visitaban del Canal Extremadura para un reportaje. 
Novedad, nervios, risas, hablo yo, hablas tu, ponte aquí, más luz, y una cámara negra que se acerca sin piedad hasta invadir mi espacio. Parece que no tiene zoom. Uno de mis compañeros comenta:
-         - De aquí a Sálvame DeLuxe.
-         - Puaj. Puestos a soñar mejor con Almodovar.
-         - Ya pero con T5 se gana más dinero.
-         - Seguro, pero te quitan la dignidad.

Las palabras fluyen. Ahora no sé que me han preguntado y mucho menos qué he contestado. Ya sé que no es una confesión muy profesional pero es lo que hay.
Me viene a la cabeza la imagen de mi pequeño Alberto, esta mañana a las 6:30 am aparece en mi baño: “mami, estoy seco, esta noche le he dicho a mi pilila que no haga pis”. Besos y caricias.

El gorrión termina su patata y mira mi hamburguesa ¿pero este bicho no sabe lo que es el colesterol? Dice que tiene hambre, que le dé un poco más.
Es curioso lo fácil que es comunicarse cuando hay un interés común.

Después de comer se posa en una silla de la mesa de al lado y me mira. (ver foto rápida de móvil) ¿Es para hacerme compañía o está esperando el postre?


Vuelvo a Madrid desgallitándome al son de las Lágrimas Negras de El Cigala. ¡Olé!

lunes, 4 de noviembre de 2013

Oferta Clarins VS trucos de belleza

Aunque no dedico el tiempo que me haría falta para cuidarme, me encanta probar trucos caseros de belleza, de esos que ves en las revistas de la peluquería o se cuelan en forma de anuncio en las redes sociales.

Espera, que parece que estoy oyendo a mi madre de fondo: - “¿Qué no te dedicas mucho tiempo? Pero hija si estás perdidita…”

Reconozco que desde verano no he visto más que tonterías, 3 ejemplos claros:

1.- busqué algo contra la celulitis. Comienzan con las eternas y aburridas recomendaciones de dormir, hacer deporte, beber agua, nada de alcohol, tabaco, ni mucho menos café. Sin embargo un truco infalible es untarse de crema hidratante mezclada con café molido y envolverte en film de cocina… ¿?... Para colmo todas las marcas de anticelulíticos centran su marketing en su alto contenido en cafeína.
Por esta pequeña contradicción he decidido adoptar mi celulitis como parte de mi encanto natural.

2.- El limón: lo he leído por todas partes. Es buenísimo, depura, limpia y te deja genial. Sólo tienes que beberte el zumo de un limón en ayunas y lo que te sobra te lo restriegas por la cara. Yo con esa perspectiva hago huelga de pijama y no salgo de la cama. Cuando me levanto quiero un café con mucha azúcar, que tengo que mimar mi celulitis. Además estoy segura de que si me doy limón en la cara me escocerá y me saldrá una reacción irreparable.
Si alguna es más valiente que yo, por favor, cuidado con los ojos!!

3.- La pastilla milagrosa para reducir estómago. Este anuncio me persigue, no sé por qué, yo no tengo barriga sólo celulitis. Pero me queda clara una cosa, y es que hasta para el engaño hace falta un buen marketing.
Cada vez que leo “pastilla milagrosa” recuerdo, de los cómics de Lucky Luke, a ese personaje que vende lociones de crecepelo y que termina rociado de alquitrán y plumas blancas.


Después de tanta crítica quería compensaros de alguna manera. La semana pasada me llamaron de Clarins y me hicieron una oferta tentadora: un 15 % de descuento en cualquier tratamiento de cabina para citas a las 20 h. o bien para los Martes (es su día Feliz!!!) a cualquier hora. Ya os conté mi primera visita al stand que tienen en El Corte Inglés de Castellana, me gustó como para repetir y dejarme mimar de vez en cuando. (http://cafeparamama.blogspot.com.es/2013/04/experiencia-clarins.html). 
Las cremas están bien pero los tratamientos en cabina superan en mucho al resto de firmas que he visitado.
Les pregunté si os lo podía ofrecer a vosotras y claro!!! ¿cómo se iban a negar? El teléfono de citas es 91 556 23 24 preguntar por Ana, Sandra o Lorena y decir que lo habéis leído en CaféParaMamá y ya me contaréis qué tal os fue. De aquí a navidad quiero volver, porque es uno de los mejores premios que me puedo dar… y voy necesitando uno.


Por cierto, Clarins no me paga nada por escribir este post. La iniciativa es mía porque merece la pena.

lunes, 28 de octubre de 2013

Una mañana En El Jarama


Los niños son la excusa perfecta para hacer planes los fines de semana. El domingo pasado Fernando propuso ir al Jarama antes de comer con la abuela.

No somos aficionados a las carreras de coches, ni tenemos mucho interés por el mundo del motor. Sin embargo al oír que había una jornada de puertas abiertas (gratis) en el Jarama no lo dudamos ni un momento y fue una experiencia única.

Nada más entrar dejas el coche en un parking descubierto. Toca caminar por fuera de la pista hasta llegar cerca de la torre de control. Se hace muy ameno porque vas viendo y oyendo los coches pero a la vuelta Alberto iba subido en los hombros de su papi. Si alguno de tus nenes es muy chiquitín mejor coge el carrito.

Vimos carreras de coches antiguos que competían agrupados por marcas. Aquí nos emocionamos más los mayores que los niños. Al principio estaban encantados con la pista de Rayo Mcqueen pero luego quedaron prendados con las gradas y la aventura de subir arriba del todo.

Después pasamos por un túnel por debajo de la pista, al llegar al otro lado nos encontramos con toda una exposición de vehículos de todas las épocas, desde Mercedes, Mustang, Austin, Lotus, Renault, Simca, Seiscientos, Porche, Ferrari, Jaguar… algunos tenían el capó levantado para presumir de motor otros servían de punto de encuentro para improvisar un aperitivo. 
Fuimos uno por uno, para hacerles fotos y admirarles impresionados.


Durante un par de horas lo pasamos en grande. Pero recordad que no es un lugar pensado para niños así que es recomendable llevar botella de agua y un piscolabis discreto en el bolso.

domingo, 13 de octubre de 2013

Cuenca. Excursión de otoño.

Veraneo en Cuenca desde siempre por tener familia conquense. He viajado mucho y pretendo seguir haciéndolo. Pero desde aquí quiero reconocer que esta provincia tiene una belleza única y especial. Además su magia crece con la llegada del otoño.

El pasado fin de semana fuimos con unos amigos de turismo rural a la Sierra de Cuenca. Gracias a nuestra amiga Marian que es una organizadora nata pasamos 2 días completos, intensos e inolvidables. Nos juntamos 9 adultos y 10 niños (entre 2 y 11 años).

Llegamos el viernes por la noche. Nos alojamos en una casa grande compuesta de seis apartamentos independientes. Muy bien equipado, limpio y con un entorno ideal para los niños. (www.alojamientoslafuente.es).

El sábado por la mañana estuvimos paseando por el pueblo. Compramos pan y cena. Fuimos hasta el río recogiendo moras y jugando sin parar hasta la hora de comer. Cerca de la casa está el Restaurante Nelia (www.mesonnelia.com), donde dimos buena cuenta de las Migas y chuletas de cordero para asegurarnos una buena siesta.

Cada año paso 5 días de agosto en Cuenca, uno está reservado para subir a Villalba, bañarme en el río y cenar en este lugar. Es uno de mis días preferidos del año.

● Después de la siesta fuimos a Las Majadas para visitar Los Callejones. Seguro que todos habéis oído hablar de La Ciudad Encantada, pues Los Callejones es muy parecido pero más pequeño y gratis, una excursión genial para tantos niños.

Y por muchas veces que lo vea, siempre me fascinan las formas que toman las impresionantes rocas por la erosión, asemejan puentes, arcos, plazas, monolitos… y te hacen sentir muy pero que muy pequeño.
Al anochecer nos acercamos al merendero “Fuente de la Tía Perra” (si, ya sé que estos conquenses son únicos poniendo nombres pero todo tiene su historia), queríamos oír la berrea y nos habían recomendado la zona.

La berrea es el sonido gutural que emiten los ciervos en época de celo, normalmente a finales de septiembre y es el único momento en que se dejan ver, eso sí, de lejos.

Pero llovía mucho, se hizo de noche y nos limitamos a cenar en una parte techada del merendero. Imaginaros la aventura que supuso para todos. Con las linternas, mojados, todos sentados muy juntos para no pasar frío y compartiendo bocadillos.

● El domingo por la mañana, después de un gran desayuno, fuimos de senderismo tranquilito cerca de la casa. A la hora de comer nos subimos de nuevo a Las Majadas, se acercaba el momento más esperado del fin de semana: la visita a El Hosquillo. (www.parqueelhosquillo.com)

El Hosquillo es un parque de 73.726 hectáreas donde crían en semilibertad animales cinegéticos como ciervo, corzo, gamo, cabra montés, jabalí, y cuidan de especies protegidas como lobos y osos. Las visitas son guiadas para grupos con un limitado número de personas, y hay que pedir cita con antelación (648 586 459). El recorrido dura entre 2-3 horas pero se hace corto. Los más pequeños estaban encantados con los animales. A mí me impresionó el valle, con su interminable maraña vegetal y bañado por el río Escabas en compañía de sus tímidas truchas.
La sorpresa inesperada de la tarde fue escuchar la berrea del ciervo!


Disfrutamos de un fin de semana redondo y a menos de dos horas de Madrid. 
Volveremos pronto.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Monótonas Críticas a Nuestra Forma de Educar y un App de Hero Baby


La semana pasada leí en FB un mensaje que recordaba la infancia de los que ahora tenemos treintaymuchos o cuarentaytantos, de lo maravillosa que era y del exceso de tontería que hay ahora en la educación de los más peques...¡?

Doy por sentado que esos mensajes los lanzan aquellos que no tienen hijos y/o aquellos que están estancados en la nostalgia del pasado. ¿No os acordáis cuando éramos jovencísimos y super guays y los mayores decían: “esta juventud ya no es lo que era” y “donde vamos a ir a parar”? pues a mí me suena a lo mismo y con la misma caspa.

Tuve una infancia feliz y recuerdo con media sonrisa muchos detalles maravillosos. Pero la sonrisa se amplía y mucho cuando veo a mis chicos. Educar y sacar adelante a mis retoños es, con mucho, lo más complicado que he hecho nunca. ¿Es diferente? Claro, todo avanza y cambia. La mayoría de las mamis ahora trabajan y hacemos los malabares con una pelota adicional y además somos más viejas (para bien y para mal). Hay más consumismo, más tecnología, más información, bla, bla, bla: ¿y qué?

Los niños siguen siendo niños. Y juegan con cajas de cartón, siguen arreglándolo todo con pegamento de barra o celo, la plastilina y plastidecores son iguales, las pelotas redondas, bicis con y sin ruedines y barbies con tetas gordas. Y notición de última hora: cuando vamos al parque o al campo los niños cogen palos y piedras y flipan con los bichos. Ohhhh.

Y si, tienen muchos juguetes. Pero yo también los tuve. Hay niños insoportables y madres terriblemente protectoras. Sí, claro y en mi época también. Y había compañeras que no iban de excursión por si acaso (lo prohibían los padres)… y salíamos protegidas por un ejército de teresianas. (Qué cruz)

Pero ahora se pasan enganchados al iphone, ipad, tv… pues alguno habrá y en mi época ya había algún flipado de los atari y después del tetris. Y aquí sí que hay una gran diferencia: los juegos de antes eran muy básicos y los de ahora casi-casi que se pasan de didácticos.

Lo curioso es que se ve como algo negativo. ¿Pero no os dais cuenta lo fascinante que es ver cómo ya están adaptados a todo este caos tecnológico? A mí me encanta ver a Alberto manejar el ipad y que vea a Baloo en you tube de la misma forma que me gusta verle saltar charcos con sus botas de agua.

Al día siguiente del mensaje de FB recibo un email con una invitación para probar una app de Hero Baby, es una aplicación con juegos para niños de 0 a 3 años segmentado por edades. Decido probarlo para ver qué pasa. Lo descargo sin problema. Alberto lo curiosea, toca todos los botones pero al rato se aburre y se va; Nico (con 5 años) se acerca para ver la novedad, le atrapa el juego de levantar las cartas de dos en dos y recordar parejas y el de los dibujos. Él lo pinta a su manera y consigue efectos fantásticos.
Si se lo pongo juegan un rato, sino no se acuerdan. Me resultó una herramienta entretenida y muy cuidada, pero volvemos a lo de antes, quizá está demasiado centrada en desarrollar, estimular, enseñar y a veces esto les cansa un poco. A ellos porque para nosotras es perfecta. En inglés y en español. ;-)) Mi valoración (del 1 al 5)
Diseño: 5
Originalidad: 5 (tiene un traductor de bebés gracioso)
Jugabilidad: 4
Calidad/precio: pues si está muy bien y es gratis!!!


Mamis: estas herramientas, nuevas formas de juego / enseñanza, todas estas novedades no pueden ser malas sino todo lo contrario. Lo malo como casi siempre está en los excesos y extremos. Sinceramente, creo que esta generación va a ser fantástica porque juegan con el palo y con el ipad.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Y Llegó La Última Boda Del Año



Nos invitaron a la boda de un amigo de Fernando. Él iba de testigo. Yo de invitada relajada y feliz; conocía a pocas personas pero sabía que era un evento muy especial, que nos iban a mimar en exceso y que iba a ser genial.

Encontré un vestido de Karen Millen (karenmillen.com) con el que me sentía guapa y cómoda. Ya sabes, una de esas prendas elegantes, con un puntito sexy pero sin tener que estar metiendo tripa todo el día.

Necesitaba un tocado; con la ayuda de Fernando encontré dos sitios muy interesantes mimoki.es, tiene una galería de fotos imprescindible para saber lo que hay y cómo queda (imágenes de clientas y amigas). Y taneke.com que ofrecen tocados personalizados (venta y alquiler). 

Pero fue imposible, conseguimos 2 horas libres para un montón de recados así que fuimos a El Corte Inglés de Castellana. Al principio estaba un poco desilusionada porque no veía nada digno. Pero apareció una dependienta, le contamos lo que queríamos, y miró atentamente mis rizos alborotados. No me iba a dar tiempo a ir a una peluquería así que además de maravilloso, necesitaba algo fácil. Dicho y hecho. Fue directa a una vitrina y sacó una discreta diadema con un tocado monísimo. Y el resto de tareas igual de eficaces.

No sé por qué siempre dejo El Corte Inglés como última opción, al final consigo todo lo que quiero, con diferentes alternativas de precios y marcas. Esto es de agradecer, sobre todo cuando vives en una ciudad grande, quieres sacar adelante tu nuevo trabajo, cuidar de los nenes, disfrutar del marido, tener la casa mona, quedar con las amigas… bufff otra vez el agotador complejo de súper-woman… esto nos da para otro post ;-)


Imagen de Hostal Castilla Aranjuez
Llegó el día de la boda y nos fuimos a Aranjuez. Nos alojamos en el Hostal Castilla (hostalesaranjuez.com), un lugar sencillo y tranquilo para cambiarnos de ropa y descansar después de la fiesta. Sorprende el patio interior, muy cuidado y repleto de plantas, una corrala de lo más castiza que te arrastra a los tiempos de Fortunata y Jacinta (pero con wifi).

 La boda: ceremonia muy emotiva, con coro gospel que nos puso los pelos de punta, lo más original fue sustituir el arroz / pétalos por pequeñas pompas de jabón (y muy divertido), éramos muchos pero muy bien organizados por unos hombres de negro y pinganillo en la oreja… ¿?... lo malo es que no bailaban. La comida y bebida excelente por calidad, cantidad y continuidad. Disculpad ¿no os conté que ha sido la boda más larga de mi vida? hablamos de aperitivos, comida, merienda, cena y chocolatito de antes de dormir. Muy acertados los protege tacones para el césped y un sinfín de detalles que hacían que te sintieras como en casa. Y bailamos durante horas con un grupo en directo y un par de DJ’s. El resto se queda para los que estuvimos allí.


Desde aquí un abrazo grande para los novios, espero que sean muy felices y sobre todo que algún día repitan la boda!


domingo, 8 de septiembre de 2013

De Vuelta Al Cole

Cuenca - Río Júcar - verano 2013
Por fin se acabaron las vacaciones.

Este año he disfrutado muchísimo de mis dos nenes. Por temas de trabajo no he coincidido con Fernando, así que con ayuda de mis familiares y con mucha fe en el comportamiento de mis chicos me aventuré a pasar 15 días en Islantilla y el resto repartido entre Cuenca y Madrid.

Nos lo hemos pasado genial. Casi, casi perfecto… Nico se llenó de piojos, utilicé un par de productos infalibles, champú, liendreras, vinagre y cuando estábamos a punto de ser portada del National Geographic decidí cortarle el pelo. Adios piojos.

Por mi parte, además de echar de menos los mimos de mi maridito, sólo sufrí un repentino brote de acné. A mi edad, esto combina fatal con las primeras (y segundas) arrugas. Supongo que fue por las “fritangas chiringuiteras” de cada día. Lo único que conseguí que me aliviara un poco, fue la crema del culo de Johnson de Alberto. Y las risas que me pasé con Nicolás cada vez que salía del baño con la cara llena de parches blancos.

Pero al final tanto coche y tanto hotel cansa. Todos necesitábamos un poco de nuestra rutina. Y aquí estamos, retomando nuestros horarios, comidas y sobre todo la convivencia.

La vuelta al cole está siendo un poco pesada. La semana pasada tuvimos 4 reuniones escolares, así que nos repartimos las tareas. Personalmente, he acabado hasta los pelos del trato que nos dan a los padres: sobreprotegemos a los niños tanto-tanto que casi ni saben andar ni comer ni nada… ¿? tenemos que marcar la ropa y el baby y el abriguito y la ropita interior y la mochila y los pañuelos de papel y el vasito del agua… no sabemos tratarles, no sabemos educarles, les castigamos mal y de postre la bromita de que la adaptación la necesitamos más las madres que los niños. Por supuesto tardan una hora y media en decir todo esto.

En realidad, en mi entorno no existe ninguna madre que cumpla estas críticas. Si hay alguna un poco petarda pero no llega al extremo de necesitar adaptación para que su niño vaya al cole.

Señores míos: quizá no nos entiendan. Quizá estamos encantadas con que los niños vayan a la escuela. A ser posible en horario completo desde el primer día. Quizá nuestra adaptación consista en un par de días en casa a solas para descansar y para organizarnos hasta nuestra vuelta al trabajo que suele ser mucho antes que la suya.


Y nadie quiere a sus nenes como quiero yo a los míos y cómo los disfruto. Pero también me quiero a mí. Y a veces me echo de menos.

viernes, 12 de julio de 2013

Cosas Que Ocurren Cuando Tú No Estás

Fer se fue el domingo pasado por viaje de trabajo. Quedarte sola durante 5 días con la casa, los niños y el trabajo no es complicado si todo transcurre con normalidad. Pero ¿qué es la normalidad?

Cosas que ocurren cuando tú no estás

● Lunes: me encuentro con una lista de recados a realizar que hace que me reorganice el trabajo de la semana. No sé por qué, cuanta más prisa tienes más despacio van las acciones burocráticas.

Estalla una tubería en el cuarto de instalaciones. Y tuve suerte. Estuve toda la mañana fuera de casa con los recaditos y se rompió justo cuando estaba comiendo. Cerré el agua y llamé al fontanero. Lo arregló en la misma tarde.

Alberto decide quitarse solito el pañal de la noche. Yo se lo pongo, él se lo quita. Como tiene calor no para de beber. Y no para de hacer pis. Podría considerarse una segunda inundación. Esta vez no vale con llamar al fontanero.

● Martes, día intenso de trabajo, no me da tiempo a recoger a los niños. Llamo a mi padre para que vaya a buscarlos.

Malas noticias, ingresan a una de mis hermanas. Se recuperará pero la preocupación no se va y hay que buscar tiempo para ir a verla. Mi niña que ganas tengo de verte.

Por la noche, después de cenar, tengo que seguir trabajando un poco. A los cinco minutos de estar delante del ordenador se va la luz. Los niños duermen y el silencio es absoluto. Tengo que bajar al sótano a ver qué ha pasado. No me atrevo. Salgo a la calle. Sólo veo a uno de los vecinos de enfrente. Es un señor encantador durante todo el año menos en verano, está en la puerta fumándose un cigarro mientras el perro sale disparado en busca de un árbol. Está en calzoncillos. Con una increíble tripa cervecera bañada de canas. Rascándose. Intento convencerme de que va en bañador y que no es para tanto. ¿Le llamo? ¿para qué me acompañe al sótano porque está oscuro? Para eso necesito un apagón en mi cerebro. Cierro la puerta y bajo corriendo como una loca. No veo nada raro. No veo nada. Salgo de nuevo al jardín oigo a mi vecino de al lado y le llamo. El apagón es general. Toda la zona está sin luz.

45 minutos más tarde todo vuelve a la normalidad. Termino de trabajar a la 1:30 h. Mis hijos me levantan a las 6:00 h.

● Miércoles, me voy de viaje. Voy y vuelvo a Mérida en el día. Cerca de 700 kms. Todo va tranquilo. Sólo estoy cansada, paro cada 100 km para no dormirme.
Cuando llego a casa, mi tía y mi padre (que cuidaban a mis pequeños) me informan que Nicolás está con fiebre.

Oímos un ruido grande y desconocido. Algo se ha caído. Después de mucho buscar me doy cuenta que la moto de Fer está tirada en el suelo. Justo donde estaba apoyada la pata hay un agujero ¿se ha derretido el asfalto? Nos cuesta levantarla y ponerla en lugar seguro.
Pasamos toda la noche con antitérmicos, agua y besos.

● Jueves: Alberto descubre cómo conectar la alarma. Al primer movimiento salta ese ruido ensordecedor que no sé apagar. Después de un rato salta la llamada de la central. Se oye por toda la planta. Mi niño se fascina por tanto ruido y alboroto. Y por mi cara, supongo. En cuanto me descuido repite la operación. Paso un rato dando explicaciones a la señora de seguridad y decido esconder el mando.
Y el resto del día médico, recados, fiebre y reorganizar lo que queda de semana.

● Viernes. Por fin es viernes. Creo que el viernes más deseado de mi vida. Hoy regresa Fernando. Hoy podré ver a mi hermana.


Me miro en el espejo y creo que esta semana he envejecido. Pero estoy contenta. Al final todo ha salido bien. Mañana tengo una boda en Zamora. Ojala esta noche aparezca una hada madrina con su varita mágica y me ayude con las maletas y mi cansancio.

miércoles, 3 de julio de 2013

Hora de Dormir

Nicolás y Alberto se acuestan a las 20:30 h. Si te da envidia sigue leyendo.
Hay bebés que duermen como marmotas desde que nacen, no fue nuestro caso.

Cuando nació Nicolás leímos dos libros que recomiendo:
- Duérmete, niño de Eduard Estivill que dice que hay que enseñar a dormir y explica un proceso de disciplina cronometrada.
- Bésame mucho de Carlos González (de veras, no os perdáis este libro), habla de educar con amor, con muchos besos y abrazos. También habla del sueño y dice que no es una conducta aprendida.

Son puntos de vista muy diferentes pero lo interesante está en leerlo todo y adaptarlo a tu día a día, a tu realidad. No todos los bebés son iguales por lo tanto no hay una regla ideal general.

De entrada nosotros somos más del estilo de Carlos González. Rechazamos de forma radical y racional los métodos de Estivill. Pero los primeros 6 meses de Nicolás fueron agotadores. Por las noches o se quedaba en su hamaca en el salón con nosotros, o nos turnábamos para pasearle en brazos, pasillo arriba, pasillo abajo, al ritmo de “había una vez un barquito chiquitito” hasta pasadas las 23 h… un desastre.
Cuando estás tan cansado no disfrutas de tu bebé como deberías.

Decidimos probar la técnica Estivill pero a mi manera. Le explicaba que había que dormir en la cama con mucha dulzura, cantaba un par de canciones y me iba. Acto seguido mi churumbel se ponía a llorar, gritar y decir “mamaaaaa” en el tono lastimero más melodramático del mundo. Pasado un rato entraba en su cuarto, le calmaba y sí, a veces le cogía aúpa y me lo comía a besos… y vuelta a empezar: “Nicolás tienes que dormir en tu camita”.
Ellos tienen que intentar salirse con la suya y tú tienes que poner unos límites.

El primer día tardé un montón en ganar. No compensaba. El segundo día tuvimos 3 combates cortos pero el tercer y cuarto día entendió que llorar no servía y se durmió. En menos de una semana conseguí acostarle (con canciones, besos y mil mimos), dejarle despierto en su camita y que se durmiera tranquilamente.

Pero se acabó la guardería y empezó el colegio. En noviembre nos citó su profesora. Nicolás se dormía en la comida hasta meter la cara en el plato. Toda orgullosa le dije que mi niño dormía y que a las 21:30 ya estaba en su cama.
Nunca olvidaré la expresión de la profe. Como si acabara de morder un limón, los ojos como platos y sus palabras contenidas. Parece ser que cuando entran en el cole de mayores sufren un cambio muy grande con ¿estrés? y eso les agota. Que le acostara a las 20 h.

Acepté las 20:30 h y fue fácil, cada día le adelantaba 10 minutillos su desfile al catre y no notó nada.
Hoy mis nenes de 4 y medio y 2 y medio (si no añado lo del “medio“ Nicolás se enfadará muchísimo) empiezan su ritual pasadas las 20. Se lavan los dientes, leemos un par de libros y a dormir.

Alberto, mucho más rebelde, intenta torearme un poco cada noche. Le dejo que me pida un máximo de 3 deseos: leche, pis, tápame, un beso, un muñeco… a elegir… pero si se pasa le dejo gruñendo un rato. Ya se encarga su hermano de poner orden.


Y seamos sinceras: para los nenes esto es ideal pero para los padres es fundamental. Tener todos los días un rato para cenar, hablar, disfrutar de tu pareja, del tiempo y del silencio. No tiene precio.

miércoles, 19 de junio de 2013

Un Exfoliante Natural y los Pies de la Merkel

Hace unos días escribí un post sobre cómo mimar las manos. Mi hermana Rosa quiere añadir un truco casero para que “queden como la seda”.

- Lavar las manos con mucho jabón, cuando estén llenas de espuma coge un puñadito de sal y frota una y otra vez por todas partes. Aclarar.

La semana pasada, en uno de esos días de calor tan intensos, saqué mis sandalias del verano. Mis pies estaban secos, con ese color blanco nuclear que parece que irradia luz. Ridículos.
Estas cosas nos pasan a muchas mamis, por falta de tiempo sigues la política de “si no se ve puede esperar”. Y luego pasa lo que pasa.

Descarto la moda alemana de llevar calcetines con sandalias. Me sorprendo a mi misma imaginando los pies de la Merkel. Mejor me doy una buena mano de crema, aunque soy consciente que su efecto hidratante va a durar lo que salgo a la calle.

Me despierto con la mente acorchada. Mi pie tantea el suelo en busca de una zapatilla… y ahí están, como si fueran una aparición: los pies de la Merkel.

Cojo la sal y me meto en la ducha murmurando una retahíla de blasfemias. Esto se va a acabar. Me enjabono ambos pies procurando no perder el equilibrio y me froto con la sal. Me gusta. Es relajante y da un cosquilleo muy agradable.
Decido seguir subiendo por las piernas y como me sobra sal sigo hasta las orejas. Acabo como un muñeco de nieve rebozado y después del aclarado muy suave y “resalá”.
De veras, tenéis que probarlo es un exfoliante fantástico.

Adiós Ángela.


miércoles, 12 de junio de 2013

El Huerto de mi Casa es Particular

En las fotos que he subido hoy hay dos lechugas, rabanitos y guisantes.
Ya no existen. Me los he comido. Y si, estaban muy buenos. Estaban requete-buenos. Espera que no me estoy explicando bien, estaban tan buenos que el sabor era distinto al que estamos acostumbrados. Esto me llena de orgullo, pero también de preocupación ¿qué es lo que estamos comiendo?

Todo esto empezó gracias a Belén, mi prima política hippy. ¿Y quién no tiene un hippy en la familia? Mi Belén además, es práctica e inteligente. Unas navidades nos habló de un huerto que hacía con sus amigos, cómo lo tenían planeado, el por qué, los resultados esperados, etc.

Unos meses más tarde me envió un pdf titulado El Balcón Comestible, un artículo genérico que anima a cultivar cualquier hortaliza como una afición más. Si tu balcón o terraza es muy pequeña no pasa nada, hay soluciones para plantar de forma vertical, seguras y divertidas. Si me dices que las plantas se te dan muy mal no pasa nada, hay plantas que crecen casi solas como el ajo, el haba, el tomate, el rábano, la calabaza... incluso si me dices que es que eres muy tiquismiquis y necesitas orden y control hasta en las macetas, entonces puedes dedicar tu balcón exclusivamente al cultivo de aromáticas o condimentarias. Te quedará monísimo.

Nos mudamos el verano pasado. La novedad de la casa y de tener un pequeño jardín más toda la información sobre huertos urbanos (muy de moda en internet) fue un cóctel explosivo.

En la ventana de la cocina tengo todo tipo de esquejes, hierbabuena, menta, perejil y orégano.
En la cubierta de la casa hemos puesto unos cajones de tierra y sin criterio y a lo lo loco estamos cultivando: habas, guisantes, ajos, cebollas, judías, zanahorias, tomates, pimientos verdes, puerros, lentejas, rabanitos y melones.
En la entrada crecieron las lechugas en una jardinera (no había más espacio) al lado de la pequeña higuera.
Todo en un espacio ridículo, pero teníamos un montón de semillas y no creíamos que fuera a salir nada. Error. Después de la tremenda primavera que acabamos de pasar da gusto ver mis plantas. Y no sólo verlas. También comerlas.

Ya os podéis imaginar las dos ensaladas que hicimos con las dos lechugas y los rabanitos. Pero lo de las habas fue increíble. Con una cebolla, un poco de jamón picado, unos huevos escalfados y una montaña de habas troceadas (vaina incluida). Fue plato único para una cena de 4 comensales. Se me hace la boca agua al recordar el sabor.

Si tenéis la oportunidad de cultivar cualquier cosa hacerlo. De verdad, ni lo pienses. Lejos de convertirse en una obligación ayuda a quitarse estrés y es muy grato.





miércoles, 5 de junio de 2013

Perdemos a Alberto en el Parque del Retiro

El domingo fuimos de paseo al Retiro con unos amigos. Estuvimos en los jardines de Cecilio Rodríguez admirando los pavos reales. Después caminamos hasta los columpios, en una zona que parecía un poco más tranquila. Los niños empezaron a jugar a tirarse encima de su padre que estaba sentado en el césped. Se turnaban para treparle por la espalda.
Pensé que era una broma, cuando me pregunta Fernando ¿dónde está Alberto?
- Cielo, jugando con tu espalda.
- Ya, si es su turno pero no le veo.

No es la primera vez que Alberto sale corriendo en dirección contraria. Pero si es la primera vez que lo hace en un lugar lleno de setos, recovecos y mil direcciones distintas para escapar.

Nos levantamos al instante, no podía estar lejos pero este chico es muy rápido y no tiene miedo. Decidimos separarnos, los minutos pasaban y Alberto no aparecía. Sentía mi cuerpo cada vez más tenso. Caminé unos metros para ver detrás de una caseta y vi uno de esos paseos interminables del Retiro, lleno de gente, puestos, títeres, etc…

Angustia. Me paré en un kiosko de chucherías para preguntar si había algún lugar de niños perdidos. La mujer me miró muy seria: - Chica, llama al 092. Ya.

Y en ese momento empecé a llorar. Llamé al 092 sin parar de llorar. Apareció un coche policía, al que le di mi teléfono y descripción: niño de dos años y medio, me llega por la mitad de la pierna, castaño claro, ojos marrones, muy listo, con vaqueros y camiseta azul, sabe su nombre y dos apellidos… (horror, la descripción era la de cualquier niño), se acercaron los patinadores y algunas personas, unos ya estaban buscando al pequeño, otros se ofrecían voluntarios.

Seguía llorando pero lo veía muy claro: las desventajas se convierten en ventajas, es imposible encontrar a un niño entre mil personas pero es más probable encontrarle si le buscan la mayoría.
Busqué. Buscamos. De vez en cuando se cruzaba en mi mente el recuerdo de alguna noticia terrible del telediario que apartaba a patadas de mi cabeza para centrarme en mi único deseo y obligación.

Pasaron más de 30 minutos, una falsa alarma y muchos nervios pero al final sonó el móvil. Una pareja que podrían ser los abuelos de Alberto se dieron cuenta de que iba paseando solo. Recorrió cerca de 300 metros. Le dieron conversación hasta que le encontró la hermana de una amiga. La pareja no quiso separarse de mi niño hasta conocerme (no les valió conocer sólo al padre, teníamos que estar los dos!!!) y me contaron toda su aventura.

El encuentro fue muy emotivo, qué os voy a contar. Yo me relajé al momento, paré la búsqueda y di gracias a todo lo que se movía. A algunas patinadoras se les saltaba las lágrimas al ver al mini fugitivo y Fer, que hasta el momento había mantenido la calma, tardó un día y medio en asimilar y superar lo sucedido. Nunca le había visto beberse un vaso lleno de whisky de un trago.

Alberto parecía encantado con su aventura. Nos preocupó verle tan tranquilo. Hasta que llegó la noche. En su cama lloró y me abrazó fuerte. Espero que esto nos sirva de lección a todos.


Desde aquí quiero agradecer (infinito) toda la ayuda y apoyo: al 092, a la patrulla del Retiro, a los patinadores, a los que fueron a pasear tranquilamente y vieron alterada su tarde, a nuestros amigos y a mi Nicolás, que a pesar del susto se comportó como un hombrecito.


martes, 28 de mayo de 2013

La Disculpa Olvidada

Hoy me he levantado contenta y llena de energía.
Suelo llevar a los nenes al cole. Primero a Nicolás.
En el Liceo Francés abren la puerta a las 8:50 y la cierran pasados 15 minutos. Esto supone que todos los padres llegamos y desaparecemos al mismo tiempo. “Casi todos” con bastante prisa.

Hoy hemos llegado al Liceo muy pronto y hemos aparcado sin problemas. La puerta todavía estaba cerrada y nos ha dado tiempo a jugar y despedirnos con calma.
A la vuelta teníamos un coche en segunda fila. Normal. Suele ocurrir. Yo también lo dejo si no me queda otro remedio.

El tiempo pasaba. Saludando a padres conocidos que entraban y salían. Y entraban y salían… todos menos el dueño de un super bmw gigante y blanco que me bloqueaba.
La espera no era normal. Empecé a pitar, miré el reloj y habían pasado 10 minutos. ¿¡10 minutos!??? Casi no quedaba gente en la puerta del colegio. ¿Y si no son del cole?

Intentando mantener una calma rota por el sonido de mi propio claxon, veo aparecer a una pareja con mucha tranquilidad.
Ella se adelanta y sin decir ni media disculpa intenta esconderse en su coche.
Hay pocas cosas que me hacen perder los papeles, pero una de ellas es el exceso de mala educación.
Si yo voy al cole con mi marido y no puedo aparcar:
Uno de los dos se queda en el coche por si acaso molesta, pero si no puede ser…
- Nos damos prisa y tardamos los 2-3 minutillos escasos que tarda el resto de padres, pero si no puede ser…
- Si no puede ser y veo que hay alguien esperando lo primero que hago es: "pedir disculpas"

Pues no.
Me han cambiado las disculpas, por malas caras y peores palabras.
Y mi reacción no ha sido la mejor, me guardé los beneficios de la meditación en el bolsillo y grité todo tipo de improperios.
Y su marido aparece en escena y en vez de poner paz, aprovecha para insultar. Por si a caso supongo.
Y me veo sola en la puerta del colegio. Llena de ira y mal conmigo misma por haber gritado.

Dejo a Alberto en su Escuela. Los niños maravillosos y la tranquilidad de su profe me devuelven la paz. Y regreso a casa.
Anoche Fer presumía de ser más ordenado que yo. Quizá hablaba en sentido figurado.
Ahora me encuentro con su ropa sucia tirada por el suelo del pasillo y el lavabo irreconocible por los miles de pelillos de su barba. Hoy se afeitó. Está trabajando en su despacho del sótano y le llamo con el inalámbrico:
Cari, tu ropa sucia está en el suelo… ¿no eras muy ordenado?
- Si, claro, ¿quieres algo más?
- No… (cuelgo)

Recojo rápido mientras me acuerdo de todos sus antepasados.
Bajo y me sirvo un café antes de ponerme a trabajar.

Y digo yo, ¿por qué nos cuesta tanto disculparnos? No creo que sea difícil, nos hace mucho bien y está claro que tenemos muchas oportunidades a lo largo del día.