Nos invitaron a la boda de un amigo de Fernando. Él iba de testigo.
Yo de invitada relajada y feliz; conocía a pocas personas pero sabía que era un
evento muy especial, que nos iban a mimar en exceso y que iba a ser genial.
Encontré un vestido de Karen Millen (karenmillen.com)
con el que me sentía guapa y cómoda. Ya sabes, una de esas prendas elegantes,
con un puntito sexy pero sin tener que estar metiendo tripa todo el día.
Necesitaba un tocado; con la ayuda de Fernando encontré dos
sitios muy interesantes mimoki.es, tiene
una galería de fotos imprescindible para saber lo que hay y cómo queda
(imágenes de clientas y amigas). Y taneke.com
que ofrecen tocados personalizados (venta y alquiler).
Pero fue imposible, conseguimos 2 horas libres para un
montón de recados así que fuimos a El Corte Inglés de Castellana. Al principio estaba
un poco desilusionada porque no veía nada digno. Pero apareció una dependienta,
le contamos lo que queríamos, y miró atentamente mis rizos alborotados. No me
iba a dar tiempo a ir a una peluquería así que además de maravilloso,
necesitaba algo fácil. Dicho y hecho. Fue directa a una vitrina y sacó una
discreta diadema con un tocado monísimo. Y el resto de tareas igual de eficaces.
No sé por qué siempre dejo El Corte Inglés como última
opción, al final consigo todo lo que quiero, con diferentes alternativas de precios
y marcas. Esto es de agradecer, sobre todo cuando vives en una ciudad grande,
quieres sacar adelante tu nuevo trabajo, cuidar de los nenes, disfrutar del
marido, tener la casa mona, quedar con las amigas… bufff otra vez el agotador
complejo de súper-woman… esto nos da para otro post ;-)
Imagen de Hostal Castilla Aranjuez |
Llegó el día de la boda y nos fuimos a Aranjuez. Nos
alojamos en el Hostal Castilla (hostalesaranjuez.com), un
lugar sencillo y tranquilo para cambiarnos de ropa y descansar después de la
fiesta. Sorprende el patio interior, muy cuidado y repleto de plantas, una
corrala de lo más castiza que te arrastra a los tiempos de Fortunata y Jacinta
(pero con wifi).
La boda: ceremonia muy emotiva, con coro gospel que nos puso
los pelos de punta, lo más original fue sustituir el arroz / pétalos por pequeñas
pompas de jabón (y muy divertido), éramos muchos pero muy bien organizados por
unos hombres de negro y pinganillo en la oreja… ¿?... lo malo es que no
bailaban. La comida y bebida excelente por calidad, cantidad y continuidad.
Disculpad ¿no os conté que ha sido la boda más larga de mi vida? hablamos de
aperitivos, comida, merienda, cena y chocolatito de antes de dormir. Muy
acertados los protege tacones para el césped y un sinfín de detalles que hacían
que te sintieras como en casa. Y bailamos durante horas con un grupo en directo
y un par de DJ’s. El resto se queda para los que estuvimos allí.
Desde aquí un abrazo grande para los novios, espero que sean
muy felices y sobre todo que algún día repitan la boda!
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