En una caja olvidada encontramos un antiguo libro de actas,
con las tapas forradas, letras doradas y hojas amarillentas.
En cuanto lo vimos cada uno tuvimos una idea, en ambas el
libro terminaba en la cocina:
- Fer_ apuntar los menús + invitados + fechas de
cada comida / cena que hiciéramos en casa para no repetir. Puro protocolo pero
me encantó.
- Yo_ convertilo en un recetario, recopilando
todas mis recetas sueltas. Para escribir y dibujar estoy utilizando rotuladores
y plastidecores de mis nenes.
Como soy zurda, zurdísima, casi todos los cuadernos los
empiezo al revés. Sí, la tapa de atrás se convierte en mi portada. Esta tara se
me antoja hoy como una buena solución, y aprovechando que hay suficientes
hojas, las dos ideas compartirán páginas en comienzos opuestos.
¿qué os parece?
No hay comentarios:
Publicar un comentario