Mis manos
están destrozadas. No exagero. Me doy crema varias veces al día pero ya no me soluciona
ni me alivia.
Pasé de hacerles una foto porque me da un poco de vergüenza.
Empecé a hacer una descripción pero me pareció demasiado realista y le di al
Supr. No es necesario dar detalles de algo feo. Mis manos están poco cuidadas y
que cada una se imagine lo que quiera.
Hace dos o
tres viernes, entre mi madre y Rosa (mi hermana mayor) me dieron un toque. Enumeraron
una serie de causas que estropean las manos. Y parece que estaban describiendo
mi rutina diaria:
- Cocinar.
Yo cocino todos los días. Mucho.
- El
agua. Si, entre la limpieza, la cocina, los niños y que Alberto ya no lleva
pañal estoy a cada rato en remojo.
- Aguarrás
y productos tóxicos similares… y claro, si tengo un rato libre me pongo a
pintar al óleo. ¿no os conté que pinto? soy autodidacta, es decir, como no
tengo tiempo (ni muchas ganas) de ir a recibir clases, me he leído 3-4 libros
de técnicas para pintar y con eso me atrevo a ponerme delante de un lienzo. Qué
valiente. Pero chicas, es un hobby!!! En fin, que pinto poco y muy regular…
pero con mucha ilusión.
- Sin
mencionar lejía, amoníaco y otras joyas escondidas en la cocina de las que,
como buena maruja, me gusta abusar.
Además de
la crítica me dieron unos consejos que estoy siguiendo a rajatabla:
1º Guantes
de goma. Son esos guantes que siempre guardamos debajo de la pila de la cocina
y que casi nunca usamos. Además de comprarlos hay que ponérselos. Reconozco que
los 3 primeros días se me escurrían las cosas, pero me he acostumbrado y lo más
importante, me he vuelto consciente del exceso de agua y jabón al que estoy expuesta.
2º Y esto
es mi aportación: los guantes del horno para los sofritos. Una vez que he preparado
los alimentos y empiezo a cocinarlos me planto las manoplas del horno. No sirve
para todas las comidas… pero para otras si, y consigues evitar que te salten
mini gotitas de aceite, tomate, salsas, el propio calor de la vitrocerámica, etc.
3º Un
regalo sorpresa. Rosa me ha comprado (en el hipermercado de El Corte Inglés de
su curro) unos guantes ultrahidratantes de gel que se llaman Magic Hands by
Beter. Me los pongo casi todos los días, 30 minutos antes de dormir. Por fuera
son suaves y huelen a talco, por dentro son de goma blandita. Según pone en el
estuche sirven para:
-
Suavizar
y nutrir las manos
-
Blanquear
y alisar la piel
-
Contiene
vitamina E, aceite de jojoba, aceite de oliva y aloe vera.
Después de
casi 20 días con esta dinámica, mis manos han mejorado notablemente. Ya no tengo
pequeñas heridas ni la piel escamada. Eso sí, hace falta constancia para
mantener los resultados. Estuve un par de días sin utilizar ninguno de estos 3 guantes
y volví al punto de partida.
Está claro
que encontrar tiempo para cuidarnos es muy agradable, pero también
indispensable.
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