
Esto
es todo un reto: cómo conseguir que mis hijos se coman un kiwi.
Y
no por el sabor o porque sea una fruta nueva, en casa la ven a menudo… sino
porque es verde y ellos “por principio” no prueban nada de ese color.
Fui
a comprar los Kiwis amarillos pero me dijeron que no es temporada, una lástima
porque son más dulces. Seleccioné los Kiwis de Zespri para no tener sorpresas con la calidad.


Para
provocarles la curiosidad decidí presentarlo de forma diferente.
Partí
la mitad del kiwi en rodajas y los extremos en forma de palitos y los coloqué
como si fueran flores encima de una tabla.

El
olor atrapó a Nicolás y se acercó a ver lo que hacía. Le pedí que me ayudara a
pintar la tierra de las flores con el chocolate. Seguro que hubiera quedado más
bonito con una manga pastelera pero me encanta que me ayuden en la cocina.
Y
llegó el momento de la verdad: a merendar!!!
Alberto
y Nicolás miraron serios y con desconfianza mi propuesta. Les pedí que probaran
uno de los mini trocitos que estaban mezclados en el chocolate. – “Mamá, esto
está…. Buenísimo”. Fue el pistoletazo de salida a un atracón de kiwi y
chocolate y de milagro no se comieron la tabla.
Prueba
superada.
Tiempo
de elaboración máximo 5 minutos.
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